miércoles, 30 de diciembre de 2009

Anochece el año

...anochese el año una vez mas, las cortinas del pasado se vuelven a cerrar, la experiencia de algo nuevo se empieza a asomar, los supiros de un segundo lo hacen ver su final, un hijo mas para el tiempo que parese cansado estar, de contenernos en su cuerpo sin poder nunca llegar, al final de su viaje eterno en el que aun podemos estar, un día mas para la eternidad que ya se siente vieja, un par de muletas para el año que pronto ha de acabar, nuevos ruiseñores en las ventanas han de cantar, y nuevos rayos de luz para las mañanas que de esperanza han de brillar, nueva fe para las botellas que se arrojaron al mar, conteniendo los deseos de quien se atrevio a amar, nuevas gotas para el agua de la lluvia que nos ha de mojar, bella primavera que ya esta ansiosa de llegar, mueré un año más, que conforme a lo vivido sabremos donde sepultar, yo lo he puesto en el baúl de recuerdos que nunca podré olvidar...

"Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj."

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Nos falta amor

…nos falta amor en las calles que resguardan niños con hambre, vagabundos cansados de no encontrar nada en la basura, personajes olvidados para los que la vida no reservo ternura, gente que aprende a asesinarse a sí mismo, consumiendo los manjares de la sociedad del egoísmo, que se ha dedicado a gastar lo que de limosna da el capitalismo, se acerca la Navidad se agranda nuestro cinismo, pues creemos que eso de amar se hace con consumismo, nos olvidamos de aquel prójimo por el que murió el recién nacido, que celebramos una vez más en el pesebre del olvido, solo amamos a quien nos toco amar, e ignoramos a quienes nos gritan en silencio que están cansados de llorar, de creer que la vida no es demasiado buena, que Dios se equivoco en su plan, nos falta amor del de verdad, del que no se hace en la cama, del que no usa antifaz, del que no es convenenciero, nos falta ese amor que tiramos al cenicero, amor por el cumpleañero y no por el embustero que con su trineo se adueño de la navidad, nos falta ese vicio de amar que ya no tenemos, amor por el pobre, amor por el pordiosero, amor por el enfermo, amor por el que anda mal, nos falta amor para el que necesita una palabra que jamás le han dicho, una pieza de pan que nunca ha comido, un abrazo sincero de esos que hacen sentir vivo, nos falta amor, nos falta caridad, por los que sienten dolor por no ser felices en Navidad…



-¡Es tan corta la vida de los Espíritus? -preguntó Scrooge.
-Mi vida sobre este globo es muy corta -replicó el Espectro-. Esta noche termina.
-¡Esta noche! --gritó Scrooge.
-Esta noche, a las doce. ¡Escuchad! La hora se acerca.
En aquel momento las campanas daban las once y tres cuartos.

-Perdonadme sí soy indiscreto al hacer tal pregunta -dijo Scrooge. mirando atentamente
la túnica del Espíritu-, pero veo algo extraño, que no os pertenece saliendo por debajo de
vuestro vestido. ¿Es un pie o una garra?
-Pudiera ser una garra. a juzgar por la carne que hay encima -contestó con tristeza el
Espíritu-. ¡Mirad!
De los pliegues de su túnica hizo salir dos niños miserables, abyectos, espantosos,
horribles, repugnantes. que cayeron de rodillas a sus pies y se agarraron a su vestidura.
-¡Oh, hombre! ¡Mira, mira, mira a tus pies! exclamó el Espectro.
Eran un niño y una niña, amarillos. flacos, cubiertos de harapos. ceñudos, feroces, pero
postrados, sin embargo, en su abyeccíón. Cuando una graciosa juventud habría debido
llenar sus mejillas y extender sobre su tez los más frescos colores, una mano marchita y
desecada, como la del tiempo, las había arrugado, enflaquecido y decolorado. Donde los
ángeles habrían debido reinar, los demonios se ocultaban para lanzar miradas
amenazadoras. Ningún cambio, ninguna degradación, ninguna perversión de la
humanidad, en ningún grado, a través de todos los misterios de la admirable creación, ha
producido, ni con mucho, monstruos tan horribles y. espantosos.
Scrooge retrocedió, pálido de terror. Teniendo en cuenta quien se los mostraba, intentó
decir que eran niños hermosos; pero las palabras se detuvieron en su garganta antes que
contribuir a una mentira de tan enorme magnitud.
-Espíritu, ¿son hijos vuestros? -Scrooge no pudo decir más.
--Son los hijos de los hombres -contestó el Espíritu, mirándolos-. Y se acogen a mí para
reclamar contra sus padres. Este niño es la Ignorancia. Esta niña es la Miseria. Guardaos
de ambos y de toda su descendencia. pero sobre todo del niño, pues en su frente veo
escrita la sentencia, hasta que lo escrito sea borrado. ¡Niégalo! -gritó el Espíritu,
extendiendo una mano hacia la ciudad-. ¡Calumnia a los que te lo dicen! Eso favorecerá
tus designios abominables. ¡Pero el fin llegará!
-¿No tienen ningún refugio ni recurso? -exclamó Scrooge.
-¿No hay cárceles? -dijo el Espíritu, devolviéndole por última vez sus propias palabras-.
¿No hay casas de corrección?
La campana dio las doce.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Soledades

…no hay mejor refugio para volver a nosotros mismos que la soledad, el momento sabio de encontrar la verdad que alguien ha escondido dentro de nosotros, las palabras eternas que viven en la profundidad de nuestro ser, la experiencia de una humanidad ya cansada de cargar con una inmensa cantidad de memorias acumuladas, la sabiduría plena de lo que por siempre han de ser, paisajes celestiales que los ojos no pueden ver, fuentes de conocimiento que la mente deja de entender, no hay mejor lugar para escaparse de uno mismo que la soledad, vaciarse de todo lo que existe para escapar hacia las nadas más remotas, para así poder olvidar al mundo y sus habitantes, deshaciendo el tiempo con silencios fugaces, apagando los sentidos que se han vuelto voraces, jauría de pensamientos que nos hacen esclavos, de lo que nosotros entendemos como necesidades, no hay mejor momento que el de estar solos, pues en ellos aprendemos a sobrevivir cuando ya no lo estamos…


Yo, tú, él, ella, la totalidad de los vivientes constituimos archipiélagos de millones de islas sin puentes entre sí. Quizás algunos se agitan haciendo señas desde la playa, pero carecen de barquillas para cruzar la enormidad de las aguas que separan la ínsula de la ínsula. Estamos solos. Solos, aunque andemos en medio de la multitud, físicamente hacinada. A nadie le importa el dolor ni la alegría del otro. Cada quien atiende a si mismo. Cada cual, con su pena, con su lucha, con su esperanza, con su miedo, cada uno con su muerte a cuestas.

El secreto para amarEmma Godoy

sábado, 5 de diciembre de 2009

Un contigo sin ti

…vivo encerrado en un contigo sin ti, batallando tanto con este tiempo que se ha vuelto tan voluble, cuando estaba contigo los infinitos pronto encontraban su muerte, pero ahora que estas lejos muero de ti en cada infinito, reprograme mis ojos para que solo fueran siervos de ti, esclavos fervientes de tu belleza, esa que me condeno a olvidarme de admirar algo que no tuviera tu rostro, aquella que convirtió mi piel en un campo minado para cualquiera que no fueras tu, apague estrellas cuando jugaban a ser luciérnagas, no existe cielo sin ti, pero el sin ti siempre trae consigo un infierno, me aleje de todo como el calor se aleja del invierno, y así son mis días sin tus noches, un invierno frio que no me deja domir, una fila de recelos y reproches, un mar de nadas, un universo sin todo, un costal de esperanzas abandonadas, y ahora un amor huérfano de ti...


Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva.

Enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta a un árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio.

Por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar mas pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.
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