...he de decir varias veces, que el camino se ha vuelto tan espeso, que las neblinas ya no saben de ventanas, que la vida ha dado de sí, que los precipicios duermen a un lado de mi cama, que las mareas suben debajo de mi almohada, que el veneno está hecho de materia gris. He de aceptar que mi alma yace cansada, que mis ganas dejaron de patalear, que no existe más morada que la que mora al escapar, que no existe tal premura a la hora de desertar, y he de afirmar sin reparo, que no quisiera dar un paso más, que en mi estación ya no existe parada, y que no se confunda la ida con la despedida, a veces no hay tiempo para quedarse, ni para encender nuevos motivos...
sábado, 13 de julio de 2024
domingo, 12 de mayo de 2024
Asumo
..asumo que esta neblina no puede ser eterna, que esta bruma dejará de abrumar, que el silencio un día dejará de hablar, que esta nebulosa de ocaso dejará de arrojar estrellas muertas a mis cielos, que no habrá lluvia de recuerdos inundando mi patio, mucho menos mi alma, que tal vez algún día llegará la calma y que tal vez otro deje de sonreír, asumo que un día saldrá el sol en la noche y que las noches dejarán de ser tan eternas o quizás obscenas cuando de ausencias hablamos, cuando almohadas y sábanas forman parte de tus ruinas y también de mis vestigios, y quizás también algún día este infierno escarpado encuentre su lugar a mi costado y me aleje de algunos fríos, asumo que la perpetuidad se está acabando, que no hay más ilusiones en la nevera, que ya no hay nadie que incendie mis bosques, que ya no hay nadie que moje mis praderas, que me quede sin primaveras antes de que llegue el invierno, que este anhelo de ti se ha hecho eterno, asumo también que quizás una mañana encuentres la forma de acercarte a mi ventana, ya sea en brisa o marejada, siempre tendré listo un puerto para tu llegada...
viernes, 15 de septiembre de 2023
Si un dia te queda la duda
Si un dia te queda la duda
Si un dia, por un suspiro, o por uno de esos pensamientos que de pronto llegan y atraviesan tu craneo a razon de fulmino, no te alebrestes, ni compres guerras a cambio de migajas de paz, no estalles, no hagas caso al azar, respira, una o un millón de veces, o las que te queden por respirar, hasta que entiendas o quizás asumas, que entre lo infinito viven finitos, que nacen atardeceres todos los días, sonatas, requiems, notas suicidas, y la vida continua, se va con quien pase, se sube a cualquier tren sin preguntar, se arrulla al caminar, se consuela al soñar, se erosiona al lagrimar, se escurre en letanías, se maldice en profanias, se reconstruye en sinfonías, notas lúgubres sin resonancia, que recorren la lontananza de un amor no correspondido o tal vez no nacido, envuelto en sabanas ásperas, en concretos húmedos, en cimientos fríos, sin afán vital, solo de provocar asquio, resulte de desgracias que encontraron un amigo, no te vuelvo a extrañar, ni a creer que yo fui quien escribió el final, falacias tontas de un amor que nunca dejo de amar, adiós quizás no es punto final…
domingo, 5 de junio de 2022
Dejavú en Do menor
Dejavú en Do menor
… y fue cuando te vi en la estación de gasolina, parecías feliz quizás no lo sabias, sonreías, como si respiraras amor, y suspiraras vida, un brillo anormal te acontecía, volteaste y me viste y note algo extraño, no podías creer lo que veías del otro lado, pestañeaste una y otra vez cual vivo reflejo, parecía irreal lo que veías en el espejo, volteaste una vez tal vez de reojo, hiciste una mueca como de despojo, volteaste a tu lado y ahí aparecía, el mismísimo yo cuando lo querías, fue muy extraño verte en ese momento, un bello recuerdo atrapado en el tiempo, ahí estábamos los dos no podía creerlo, yo tomaba tu mano tu me abrazabas el alma, no fue tan difícil que perdiera la calma, los vi tan contentos que no falto recelo, voltee hacia arriba y era el mismo cielo, también éramos nosotros ya no había duda, nos vi tan felices que no quise arruinarlo, un día te quise, un día me quisiste, los días felices no podemos negarlos, encendí el coche mientras veía del otro lado, arranque y volteaste y supiste que también estaba llorando, bajaste el semblante y me abrazaste como si nada hubiera pasado, arranque mi coche y observe en el otro asiento, y recordé que te había perdido ya hace un buen de tiempo, estaba vacío, y asi vació quedo aquel momento…
Rap Baladí
Rap Baladí
Hoy quiero decir lo que nunca digo,
porque aveces empiezo pero no sigo,
Me acurruque en el sentido de una vida congruente, pero en el fondo todo es aparente, diferente a lo que quizás he vivido, descolorido, aturdido, decadente,
Ausente me pierdo en el hastío, dibujo siluetas en el olvido, me apago y me prendo por desvarío, no es que me vaya es que nunca he venido, apago la luz para ver diferente, me tapo los ojos y apago la mente, reflejos me dicen que aun hay presente, pasado y olvido no son diferentes, la noche me llega cuando aun no atardece, hay un corazón que crece y crece, diluvia en silencio toditas las noches, tengo una razón que nunca aparece, y aveces, la luna se prende y da alivio, una nube se para y suspiro, será que la vida es delirio, los locos tienen fama de haberlo vivido, digamos que el tiempo se ha consumido, se estira y se alarga y aveces se encoge, y no es que me alegre y no es que me enoje, solo es que a este brillo le falta la noche, me perdí en el camino cabalgo en mi coche, no se ha donde voy ese es mi reproche, yo sigo, sin ganas, aun no gateo y ya tengo canas, a un fuego frió le faltan las llamas, aveces te extraño y tu no me llamas, me subo en la ausencia de tu indiferencia, no es que no te extrañe solo es apariencia, despido y adiós lugar sacrosanto, dirás que no pero te quise tanto, las aves ahora ya no tocan tanto, será que también les quitaron su canto, y no es que sea llanto lo que ahora traigo conmigo, humedad de los ojos, tristeza o tal vez olvido.
lunes, 16 de mayo de 2022
A veces pasamos
martes, 9 de febrero de 2021
La triste historia del pato que aprendió a regresar
…el tiempo revoloteaba en sus alas con la prisa y la promesa de volverla a ver en aquella fuente donde solo fue capaz de admirarla, aquel día en que extendió sus alas y se marchó, salpicando las gotas de aquel amor instantáneo, que se escurrió cuando tuvo que irse pero que quedo impregnado en la silueta de los vientos que lo acompañaron, pero ella estaba cerca y su pequeño corazón daba fuertes pasos mientras extendía sus alas, era la misma fuente y quizás también la misma agua que en su ir y venir se había perfumado con las fragancias de aquel pequeño pueblo y entonces la vio, ya no como la recordaba, los inviernos cambian todo, inclusive las causes de los ríos, y en este rio de ausencias y anhelos ella se había perdido en el triste instante del que se queda porque alguien se ha ido, se postro en el mismo lugar donde años atrás había acicalado sus alas, que también ya no tenían el mismo brillo, la vio ya no con la mirada de los ojos jóvenes que se pierden en cualquier brío, si no con aquellos que te embriagan de certeza, entonces ella se cruzo con su mirada y se enfilaron hacia un momento vacío del mundo pero lleno de ellos, la distancia y el tiempo se habían desvanecido, como aquel día en que aquel pato se había ido, dejando atrás todo lo que pudo haber sido, pero por lo que ahora regresaba, un canto ajeno a ese momento sonó en aquella fuente, un trino que no correspondía a aquel instante, que los sacaba de aquella mirada casi infinita, detrás de ella había un nido, tres pequeñas aves entonaban un himno o quizás tal vez un réquiem, aquel día se convirtió en ayer para aquel pato el sur ya se había ido…
Algún hombre divino
Que sea como un ave por lo dulce,
Que haya habido mujeres infinitas
Y sepa de otras tierras, y florezca
La palabra en sus labios, perfumada:
Suerte de selva virgen bajo el viento...
Y quiero amarlo ahora. Está la tarde
Blanda y tranquila como espeso musgo,
Tiembla mi boca y mis dedos finos,
Se deshacen mis trenzas poco a poco.
Siento un vago rumor... Toda la tierra
Está cantando dulcemente... Lejos
Los bosques se han cargado de corolas,
Desbordan los arroyos de sus cauces
Y las aguas se filtran en la tierra
Así como mis ojos en los ojos
Que estoy sonañdo embelesada...
Pero
Ya está bajando el sol de los montes,
Las aves se acurrucan en sus nidos,
La tarde ha de morir y él está lejos...
Lejos como este sol que para nunca
Se marcha y me abandona, con las manos
Hundidas en las trenzas, con la boca
Húmeda y temblorosa, con el alma
Sutilizada, ardida en la esperanza
De este amor infinito que me vuelve
Dulce y hermosa...
Esta tarde, Alfonsina Storni
jueves, 20 de agosto de 2020
Tu sombra
...regreso al pasado vacio y silente, de los días que poco a poco se fueron borrando, de los recuerdos que como luces en la oscuridad se fueron apagando, de palabras que quizas nunca fueron dichas, entre desdenes y de desdichas regreso a esos lugares que talvez nunca fueron, a esos puertos de los que quizas nunca zarpamos, a esos mares de aguas que nunca tocamos, de donde fuimos y no regresamos, volteo a aquella vida, que se perdio en una esquina esperando un naufragio, mientras naufragaba la vida misma, y donde los continuos se volvieron pausas y las pausas recuerdos varados, aquel cielo nunca regreso, aquellas lunas no volvieron a brillar, ni los ecos de nuestras voces quisieron ser escuchados, desaparecimos, tu de mi y yo de ti, y viceversa, en un tremulo despertar de irrealidades, pero debo confesar que aun sigues apareciendo, de repente he visto tu sombra caminar frente a mis letras, se detiene a observarlas y sin que diga nada se da la vuelta, quizas hacia aquel mundo en donde los dos quizas tal vez nunca existimos...
Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.
...Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.
...Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.
Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en mi vida!
...Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!
Quiero, a la sombra de un ala...
martes, 23 de julio de 2019
Triste melancolía
Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.
lunes, 4 de marzo de 2019
¿y si fuéramos pasado?
Fue sueño ayer, mañana será tierra:
poco antes nada, y poco después humo;
y destino ambiciones y presumo,
apenas punto al cerco que me cierra.
Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa soy peligro sumo:
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.
Ya no es ayer, mañana no ha llegado,
hoy pasa y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.
Azadas son la hora y el momento,
que a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.
Fue sueño ayer, mañana será tierra
Francisco de Quevedo
miércoles, 27 de febrero de 2019
Arrojadas al mar
Que las olas no siempre llegan a la orilla,
Que los silencios tocan sus propias melodias,
Que el adios no siempre sabe a eternidad,
Que hay mañanas que no amanecen,
Que hay noches que nunca oscurecen,
Que el frío no se hizo para extrañar...
Un dia te das cuenta
Que los recuerdos se van decolorando,
Que los momentos se van extinguiendo,
que la verdad se disfraza de mentira,
que una estrella no hace al cielo,
que la vida no siempre dura poco,
que el problema no es la guerra y ni la paz.
un día de pronto.
los caminos se volvieron estelas,
los amores siluetas pasajeras,
los problemas lunas y mareas,
los sueños historias que contar,
somos botellas arrojadas al mar...
“Era entonces la ocasión de pararme a recordar que, como mi padre solía decir, la finalidad de la vida no es otra sino la de aprestarse a estar mucho tiempo muerto. Y al recapacitar que tenía que ver día tras día a cada uno de ellos y de ellas, y todos con sus respectivas vergüenzas y egoísmos personales, y que tal era, a lo que parecía, la única manera de disponerme a bien morir, no podía menos de maldecir a mi padre por habérsele ocurrido engendrarme. Siempre estaba acechando la ocasión de cogerlos en falta, para darles de latigazos. Y cuando el látigo caía sobre sus carnes, sentía yo su escozor sobre las mías; y cuando les levantaba verdugones y ronchas en la piel, era mi sangre la que corría, y a cada nuevo golpe que les asestaba, me decía a mí misma: «Ahora soy algo en vuestras vidas vergonzosas y egoístas, yo, que he marcado mi sangre en la vuestra para toda la eternidad».”
jueves, 9 de agosto de 2018
Que lejos estamos
de los recuerdos que existen y dejan de existir,
de las olas que al poco tiempo dejaron de ir y venir,
de lo que una vez fuimos y hemos dejado de ser,
que lejos están mis ojos que ya no te pueden ver.
que lejos estamos,
de las voces que un día fueron más que un eco fortuito,
de las lunas calladas y las estrellas que mueren sin rito,
del murmullo repleto de anhelos y de sueños mundanos,
que lejos están mis manos de tus manos...
que lejos estamos...
de encontrarnos parados en el mismo lugar donde nos quedamos,
de aquel pedazo de tiempo en la que ondeaban nuestras manos,
de lo que queda de tu imagen que voy sintiendo como pierdo,
que lejos están tu cuerpo y tu rostro de mi recuerdo...
que lejos estamos,
de las noches sin madrugada, de los días sin atardecer,
de vivir por vivir la vida sin frenesí, sin enloquecer,
de la calidez de nuestras almas que nos quitaban el frío,
que lejos está tu destino, aún más lejos esta el mio...
martes, 24 de abril de 2018
En el repaso
― Jean-Paul Sartre
.
jueves, 15 de marzo de 2018
Fuga de tiempo
“Era lo último que iba quedando de un pasado cuyo aniquilamiento no se consumaba, porque seguía aniquilándose indefinidamente, consumiéndose dentro de sí mismo, acabándose a cada minuto, pero sin acabar de acabarse jamás”.
Gabriel García Márquez
Cien años de soledad
jueves, 8 de febrero de 2018
Continuidad del tiempo
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj
Instrucciones para dar cuerda al reloj
Julio Cortazar
martes, 22 de agosto de 2017
Mientras pasas
Mientras los niños crecen y las horas nos hablan
tú, subterráneamente, lentamente, te apagas.
Lumbre enterrada y sola, pabilo de la sombra,
veta de horror para el que te escarba.
¡Es tan fácil decirte "padre mío"
y es tan difícil encontrarte, larva
de Dios, semilla de esperanza!
Quiero llorar a veces, y no quiero
llorar porque me pasas
como un derrumbe, porque pasas
como un viento tremendo, como un escalofrío
debajo de las sábanas,
como un gusano lento a lo largo del alma.
¡Si sólo se pudiera decir: "papá, cebolla,
polvo, cansancio, nada, nada, nada"
!Si con un trago te tragara!
¡Si con este dolor te apuñalara!
¡Si con este desvelo de memorias
—herida abierta, vómito de sangre—
te agarrara la cara!
Yo sé que tú ni yo,
ni un par de valvas,
ni un becerro de cobre, ni unas alas
sosteniendo la muerte, ni la espuma
en que naufraga el mar, ni —no— las playas,
la arena, la sumisa piedra con viento y agua,
ni el árbol que es abuelo de su sombra,
ni nuestro sol, hijastro de sus ramas,
ni la fruta madura, incandescente,
ni la raíz de perlas y de escamas,
ni tío, ni tu chozno, ni tu hipo,
ni mi locura, y ni tus espaldas,
sabrán del tiempo obscuro que nos corre
desde las venas tibias a las canas.
(Tiempo vacío, ampolla de vinagre,
caracol recordando la resaca).
He aquí que todo viene, todo pasa,
todo, todo se acaba.
¿Pero tú? ¿pero yo? ¿pero nosotros?
¿para qué levantamos la palabra?
¿de qué sirvió el amor?
¿cuál era la muralla
que detenía la muerte? ¿dónde estaba
el niño negro de tu guarda?
Ángeles degollados puse al pie de tu caja,
y te eché encima tierra, piedras, lágrimas,
para que ya no salgas, para que no salgas.
II de la segunda parte de Algo sobre la muerte del mayor Sabines
lunes, 20 de febrero de 2017
Conclusión
Hoy fue, absolutamente, el peor día de todos
Y no trates de convencerme de que
Hay algo bueno en cada día
Porque cuando miras con más atención,
Este mundo es un lugar muy cruel.
Incluso si
Algunas bondades brillan de vez en cuando
La satisfacción y felicidad no perduran.
Y no es verdad que
Está todo en la mente y corazón
Porque
La verdadera felicidad se puede obtener
Solo si lo que te rodea es bueno
No es verdad que el bien existe
Estoy seguro de que concuerdas con eso
La realidad
Crea
Mi actitud
Todo está más allá de mi control
Y en millones de años nunca me vas a escuchar decir que
Hoy fue un buen día.
Leer de abajo hacia arriba
viernes, 27 de enero de 2017
Sentencia
“Ojalá coincidamos en otras vidas, ya no tan tercos, ya no tan jóvenes, ya no tan ciegos ni testarudos, ya sin razones sino pasiones, ya sin orgullo ni pretensiones”.
Charles Bukowski
martes, 22 de noviembre de 2016
Cosas del tiempo
La profecía autocumplida
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14.
Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación.
Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
"No sé pero he amanecido con el presentimiento que algo muy grave va a sucederle a este pueblo".
El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:
"Te apuesto un peso a que no la haces".
Todos se ríen. El se ríe. Tira la carambola y no la hace.
Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla
Y él contesta: "es cierto pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo".
Todos se ríen de él y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, o una nieta o en fin, cualquier pariente, feliz con su peso dice y comenta:
-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
-¿Y porqué es un tonto?
-Porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.
Y su madre le dice:
- No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.
Una pariente oye esto y va a comprar carne.
Ella le dice al carnicero:
"Deme un kilo de carne" y en el momento que la está cortando, le dice: Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado".
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice:
"mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar y se están preparando y comprando cosas".
Entonces la vieja responde: "Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos..."
Se lleva los cuatro kilos y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor.
Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo.
Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde.
Alguien dice:
-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
-Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.
-Sí, pero no tanto calor como ahora.
Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:
"Hay un pajarito en la plaza".
Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.
-Sí, pero nunca a esta hora.
Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve.
Hasta que todos dicen: "Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos".
Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo.
Se llevan las cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: "Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa", y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado:
"¿Vistes mi hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?"
Gabriel Garcia Marquez
martes, 18 de octubre de 2016
Hay un lugar
Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma,
y uno aprende que el amor
no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender.
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen una forma de
caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calor del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma, en lugar
de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende…
y con cada día uno aprende.
Jorge Luis Borges
jueves, 29 de septiembre de 2016
Regreso a la palabra
Las palabras son buenas. Las palabras son malas. Las palabras ofenden. Las palabras piden disculpa. Las palabras queman. Las palabras acarician. Las palabras son dadas, cambiadas, ofrecidas, vendidas e inventadas. Las palabras están ausentes. Algunas palabras nos absorben, no nos dejan: son como garrapatas, vienen en los libros, los periódicos, en los mensajes publicitarios, en los rótulos de las películas, en las cartas y en los carteles. Las palabras aconsejan, sugieren, insinúan, conminan, imponen, segregan , eliminan. Son melifluas o ácidas. El mundo gira sobre palabras lubrificadas con aceite de paciencia. Los cerebros están llenos de palabras que viven en paz y en armonía con sus contrarias y enemigas. Por eso la gente hace lo contrario de lo que piensa creyendo pensar lo que hace.
De este mundo y del otro, Alfaguara.
En Algún día | José Saramago.
jueves, 30 de junio de 2016
Horror vacui
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?
Pájaro azul
Charles Bukowski
jueves, 9 de junio de 2016
Un buen cafe
Nuevos mundos brillan en el polvo
suben por los barrios bajos de la mente sólo
para atragantarse con ideas
del tamaño de un mosquito.
es de lo más difícil
como comer una ensalada
en el trivial café del mundo;
es de lo más difícil crear arte
aquí.
observá. las piezas con las cuales trabajar se
perdieron. deben ser creadas o
encontradas.
los críticos deberían ser generosos y los críticos son
rara vez
generosos.
creen que es fácil
apagar el agua con fuego.
pero no ha sido esfuerzo en vano
no importa lo que ellos nos hayan
hecho:
los críticos
las mujeres perdidas
los trabajos perdidos,
a la mierda con ellos de todos modos
difícilmente sean más interesantes que
este café trivial, este mundo trivial,
sabemos que debería haber un lugar mejor,
un lugar más simple,
pero no lo hay;
ese es nuestro secreto
y no es
gran cosa.
pero es suficiente.
elegimos un fuego trivial
que se marchita.
crear arte significa
estar terriblemente solo
para siempre.
El trivial café del mundo
Charles Bukoski
lunes, 9 de mayo de 2016
Desamistad
Tengo el defecto de haber nacido dotado de una lengua especial, cuya clave sólo yo poseo.
No hay oso blanco encaramado en su témpano del polo que viva más olvidado que yo en la tierra.
Me da miedo ser frío, seco, egoísta, y Dios sabe, sin embargo, lo que en estos momentos siento dentro de mí.
He cavado mi agujero y en él me quedo, poniendo gran cuidado en que reine siempre la misma temperatura dentro.
Lo que me sorprende es que, debajo de esas críticas se note un odio contra mí, contra mi persona, un prejuicio denigrador.
No quisiste creerme cuando te dije que era viejo. ¡Sí que lo soy, por desgracia! pues todo sentimiento que a mi alma llega se agría igual que el vino cuando lo introducen en recipientes ya muy usados.
He hecho mal, he sido un necio. Me he portado contigo igual que, en otros tiempos, lo hice con aquellos a quienes más quería: les mostré el fondo de mi saco, y el polvo acre que despedía se les pegó a la garganta.
Adiós, trata de olvidarme; yo nunca te olvidaré. Te equivocaste al decirme que sólo sentía por ti curiosidad. Hay más, pero tú sólo crees en las cosas cuando son extremas. Adiós otra vez. Siempre que necesites algo me encontrarás.
Otro se sentiría orgulloso del amor que me prodigas; su vanidad bebería en él con gusto y su egoísmo de varón se sentiría halagado hasta en los repliegues más íntimos. Pero en cambio tu amor hace que mi corazón desfallezca de tristeza.
Si he sido duro es porque estoy enfermo. Dolorido, amargado, la vida me desloma como un trote demasiado duro que destroza las riñones. El único momento en que no sufro es cuando estoy solo. Los mejores afectos con frecuencia me irritan desmesuradamente.
Yo soy el oscuro y paciente pescador de perlas que bucea en los bajos fondos y vuelve con las manos vacías y la cara azulada. Una atracción fatal me empuja hacia los abismos del pensamiento, me lleva al fondo de esos precipicios interiores que jamás se agotan para los fuertes.
No estoy con nadie, en ningún sitio, no soy de mi país y puede que tampoco del mundo. Aunque muchos me rodeen, sigo estando solo; por eso los huecos que dejó la muerte en mi vida no aportaron a mi alma un nuevo estado de ánimo, sino que acentuaron ese estado. Yo estaba solo por dentro y ahora estoy también solo por fuera.
Por muy uniforme que sea tu vida por lo menos tienes algo que contarme. Pero la mía es un lago, un estanque quieto donde nada se mueve, en donde nada sobresale. Cada día que pasa se parece al anterior. Puedo decirte lo que haré dentro de un mes, dentro de un año, y considero esto no sólo sabio sino afortunado.
Quisiera mandarte únicamente palabras dulces y tiernas, de esas suaves como un beso que algunos saben decir pero que, en mi caso, se quedan en el fondo del corazón y expiran al llegar a los labios. Si yo pudiera, cada mañana tu despertar se vería perfumado por una olorosa página de amor.
El contemplar una vida que una pasión violenta -de la índole que sea- ha vuelto miserable es siempre algo más instructivo y altamente moral. Eso rebaja, con una ironía aullante, tantas pasiones banales y manías vulgares, que uno queda satisfecho al pensar que el instrumento humano puede vibrar hasta ese extremo y subir hasta tonos tan agudos.
La faceta ridícula que veo en el amor siempre me impidió entregarme a él. He deseado, en ocasiones, seducir a una mujer, pero con sólo pensar en el aspecto extraño que en esos momentos debía de tener, me entraban ganas de reír. Tanto es así que mi voluntad se derretía al fuego de la ironía interior, y dentro de mí cantaba el himno de la amargura y de la irrisión.
La diferencia que ha existido siempre entre mi modo de ver la vida y el de los demás ha hecho que me encerrase (¡no bastante, por desgracia!) en una áspera soledad de la que nada lograba hacerme salir. Me han humillado tantas veces, he escandalizado y hecho gritar tanto que he terminado, desde hace ya mucho tiempo, por reconocer que, para vivir tranquilo, hay que vivir solo y poner burletas en todas las ventanas por miedo a que el aire del mundo llegue hasta uno.
No estimes tanto mi talento, no aspiro a ser un Goethe, pues las velas resultan pálidas al lado del sol y, aunque no lo creas, no me esfuerzo por remedar a nadie, y a los grandes hombres mucho menos. En cuanto a mi corazón, su conducto es angosto y está embozado, el líquido no sale de él con facilidad, va corriendo arriba y da vueltas como un torbellino… todo él lleno de bajos fondos movedizos, muchos barcos embarcaron en ellos.
La amistad segun Flaubert
Gustave Flaubertg
miércoles, 20 de abril de 2016
El reloj cangrejo (I)
Avanzo lentamente hacia el sótano impulsado por el movimiento de sus manos transmitido a las ruedas de una silla, encendió una lámpara de petróleo que dotaba de poca luz a aquel sótano y una extraña melancolía se apodero de su conciencia, la misma que lo había postrado frente a un gran baúl de madera pintado con polvo, saco una llave de uno de sus bolcillos y abrió el candado oxidado que mantenía cerrado aquel baúl, levanto la tapa con gran esfuerzo y una nube gris acompaño aquel acto, su respiración se acelero, y unas gotas de sudor corrieron por su frente, encendió una vela que se erguía sobre un plato de bronce, y empezó a hurgar dentro del baúl, entre papeles de color amarillento, y objetos antiguos como una pipa, un tintero, una brújula, retratos en color sepia, soldaditos de plomo y cara triste, monedas olvidadas, y otras cosas de otros tiempos, hasta que encontró lo que al parecer buscaba con tanto ahincó, un antiguo reloj de bolsillo al parecer de plata, en la tapa se podía leer la inscripción en latín «Sed fugit interea fugit irreparabile tempus» y la imagen grabada de un cangrejo, abrió la tapa para descubrir que las manecillas del reloj ya no avanzaban, y entonces recordó la historia que el abuelo le conto antes de morir y precisamente cuando este le regalo aquel reloj que nunca había visto funcionar...
martes, 9 de febrero de 2016
Caos
".... Emborracharse era maravilloso. Decidí que siempre ,me emborracharía.Todo lo vulgar de la vida desaparecía y quizás si te apartabas de ello muy a menudo, no te convertirías en un ser vulgar."
Charles Bukowski
Conversación de un recuerdo
lunes, 1 de febrero de 2016
La noche de los que no sueñan
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.
No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.
Un día
los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.
Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!
Haya un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas encendidas.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
Ya lo he dicho.
No duerme nadie.
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,
abrid los escotillones para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.
Ciudad sin sueño
Federico García Lorca
miércoles, 2 de diciembre de 2015
Efectos retardados
Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
Calle melancolía
Joaquin Sabina
jueves, 15 de octubre de 2015
Cuentos cortos (Anhelos)
Tarde muy tarde
...en el año 2099 un científico y poeta, descubrió que para volar no se requerían alas...
Antes de contestar, Vincent echó varias bocanadas de humo en silencio. No sabía cómo explicarse, pero sin embargo tendría que hacer comprender a su hermano muchas cosas.
—¿Para qué volvería yo a casa? —Dijo por fin—. Allí me consideran como a un ser imposible... Creo que lo más razonable es quedarme alejado de ellos, como si no existiese. Soy un hombre arrebatado, capaz de actuar bajo el primer impulso en lugar de esperar pacientemente. ¿Querrá eso decir que soy un hombre peligroso, incapaz de hacer nada en la vida? Yo no lo creo. Pero es necesario conseguir que mis impulsos sean buenos. Por ejemplo, tengo una pasión irresistible por los cuadros y los libros, y necesito instruirme continuamente, lo necesito tanto como el pan que como. Creo que tú comprenderás eso.
—Sí, lo comprendo. Pero leer libros y admirar dibujos a tu edad es solo una diversión, y no tiene nada que ver con el objeto principal de la vida de un hombre. Hace casi cinco años que has estado de un lado para otro, sin trabajar, sin hacer otra cosa que dañarte a ti mismo.
—Es cierto que la mayoría de ese tiempo no he sabido ganarme el pan; es cierto que he perdido la confianza de muchos, y que mi futuro se presenta sombrío. Pero eso, ¿es necesariamente haberme dañado a mí mismo? Debo continuar en el camino que he tomado, Theo. Si no estudio, si no continúo buscando... ¡estoy perdido! "
Anhelo de vivir
Irving Stone