
"Haced como el viento cuando sale de sus cuevas en el monte, tratando de bailar al son de su propio silbido, y haciendo temblar al mar y agitarse a su paso. !Bendito sea el que da alas a los asnos y ordeña a las leonas, ese espíritu bondadoso e indómito, que viene como un viento huracanado para todo presente y para toda plebe! !Bendito sea el enemigo de las cabezas resecas y espinosas, de las hojas mustias y de los abrojos, ese salvaje espíritu de la tempestad, bondadoso y libre, que baila sobre el pantano y sobre la aflicción como si fueran prados! !Bendito sea el que odia a los tísicos perros de la mediocridad y a toda esa ralea fracasada y sombría, ese espíritu de todos los espíritus libres, la tempestad que ríe mientras arroja polvo en los ojos de todo pesimista y todo ulcerado! Lo peor de vosotros, hombres superiores, es que no habéis aprendido a bailar como hay que hacerlo: por encima de vuestras cabezas. ¿Qué importa que hayáis fracasado? !Cuántas cosas son posibles aún! !Aprended a reíros de vosotros, sin importaros nada! !Elevad vuestros corazones, mis buenos bailarines: arriba, más arriba! !Y no olvidéis la risa a carcajadas! !Os arrojo, hermanos, esta corona que se ciñe sobre el que ríe, esta corona de rosas! !Yo he santificado la risa! !Hombres superiores, aprended a reír! "
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