...amanece otoño una vez mas,
por el cielo hojas que aprenden a volar,
un otoño mas en que cambia el tono de la vida,
adornando con nostalgia tu partida
rayos aureos iluminando este día,
hojas ya listas para su caida,
un otoño mas llega a nuestra vida,
adornando con zepias nuestra despedida
viento triste con sabor a melancolia,
lleva en su vientre una hoja confundida
un otoño más para deleitar la vida,
adornando con ausencia esta historia detenida...
En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!
Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...
Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario.
Otoño
Octavio Paz
martes, 22 de septiembre de 2009
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