...cierro los ojos con absurda pretensión, de viajar por los lares de mi imaginación, y duermo mi presente para que no me haga ruido, y esfumo de mi mente cualquier cosa sin sentido, y me arropo en la fragancia de aquellos días de niño, entre arboles de frutas que crecían conmigo, veo a mi abuelo sentado en su banca, donde jugaba con madera a ser Dios, las hormigas caminan en fila hacia sus hormigueros puedo oír su marcha a paso firme, las luciérnagas que se prenden y se apagan como tratando de decir algo, antes entendía lo que querían decirme, ahora creo que ya no, un papalote vuela por lo aires, y por primera vez se me define lo que es ser libre, y lo que es volar, y lo que siempre es bueno soñar, cierro los ojos y suelto las manos en mi bicicleta, siento como el aire me atraviesa, realmente el todo es diferente, y todo me parece más bello, un cielo lleno de lunares brillantes, y un mar con olas que nunca llegaron a la horilla, camino paso a paso hacia esos días difíciles en donde un gigante crecía dentro de mí, confusión y mareo, el amor y el deseo, y todo otra vez sin definición, la vida se complica de forma tan fácil, mientras dentro de mi palpitan sustancias venenosas que agudizan mi carne, y así de mis diez a mis veinte y al extremo fulgor de existir, sin tener porque preocuparse por vivir, y luego entonces me defino, como algo totalmente indefinido, mi sendero se llena de caminos, y ninguno parece convencerme, contemplo desde el centro mi destino, claramente me recito el epilogo de los días que fueron sin ser realmente, amores falsos y baratos, que sirven para enseñar a amar, o para creer que el amor no existe, tonta cuestión que aun me agobia, insecto que en mi corazón desova, hay lágrimas que aun no llegan al piso, que aun se lloran a sí mismas, y hay muertes que aun no se terminan de velar, y olvidos sin funeral, y los caminos se bifurcan y una parte de mi se fue hacia otro lado y ya tengo tiempo si saber de ella, la otra, la que se quedo, la que aun duerme conmigo, la que hoy escupe letras sin sentido, aun busca, y entonces entiende que este juego se trata de buscar, aunque quizás nunca encontremos nada...
Aquí otra vez, los labios memorables, único y semejante a vosotros.
He persistido en la aproximación de la dicha y en la intimidad de la pena.
He atravesado el mar. He conocido muchas tierras; he visto una mujer y dos o tres hombres.
He querido a una niña altiva y blanca y de una hispánica quietud.
He visto un arrabal infinito donde se cumple una insaciada inmortalidad de ponientes.
He paladeado numerosas palabras.
Creo profundamente que eso es todo y que ni veré ni ejecutaré cosas nuevas.
Creo que mis jornadas y mis noches se igualan en pobreza y en riqueza a las de Dios y a las de todos los hombres.
Mi vida entera
Jorge Luis Borges
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