...como pasa el tiempo pasa la vida, como hay llegada hay despedida, momentos tristes y sin salida, lugar de estar, lugar de huida, pero hay momentos que no nos dejan, que son recuerdos que se asemejan a las brazas que arden en las hogueras, como las que vomitan las quimeras, como las que arden en los infiernos, recuerdos que se clavan como espinas, en la carne de nuestras mentes, que no dejan de estar presentes, por haber quedado algún día pendientes, son finales que no llegaron, son historias que dejaron de escribirse, son caminos sin recorrerse, son destinos que se rompieron, son nostalgia de lo que pudo haber sido, un pedazo de nosotros mismos, estancado en la memoria de otros tiempos, son brisas de un triste limbo, son vientos de un paraíso perdido, luz de soles muy lejanos, oscuridad profunda de los rincones en donde hemos abandonado viejas pasiones...
Déjame que te diga algo, Mari. La tierra en la que estamos parece bastante sólida, pero si algo ocurre, puede hundirse bajo tus pies. Y una vez eso ocurre, ya está: las cosas no volverán a ser como antes. Todo lo que puedes hacer es seguir viviendo sola, allí en la oscuridad.
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