martes, 9 de febrero de 2016

Caos

...existe un lugar en donde todo existe, en donde todo es y puede ser, un caos lucido, iverosímil y superfluo, pero contundente y definitivo, en ese lugar vive una niña, digamos de varios siglos de edad, y esa niña sueña con no ser niña, con retirarse de esa vanidad, el tiempo le provoca urticaria, pero ama la fantasía, vive en el sueño de una hormiga, que sueña con ser reina, y reina por este lugar la alegría polo puesto de la tristeza de un vagabundo que duerme en la fría banqueta de una ciudad, en la que vive un poeta que ha se ha quedado sin letras, las ha vendió por un pedazo de pan, a un perro lanudo y faldero, al que se le ha subido una pulga con el corazón roto, por un cantante de un bar de jazz, que toca su viejo saxofón, mientras un borracho se bebe una copa mas, al compás de sus declives y tristezas, una persona le sonríe en la mesa de la esquina, esta persona solía ser una niña, unos segundos atrás...


".... Emborracharse era maravilloso. Decidí que siempre ,me emborracharía.Todo lo vulgar de la vida desaparecía y quizás si te apartabas de ello muy a menudo, no te convertirías en un ser vulgar."

Charles Bukowski

Conversación de un recuerdo

...voy a apagar la luz y voy a encenderte un sueño y te traeré hasta mi, en esta oscuridad que se alumbra cada que me conviertes en recuerdo, en realidad no me he ido y creo que tu lo sabes, cuando cierras los ojos, y recorres con tus pensamientos tu vida, me encuentro yo por ahí, acariciándolos, consolándolos, algunas veces juego con ellos, los acaricio, los abrazo, les cuento cuentos y los llevo a la cama a dormir, aquí estoy en realidad siempre he estado, incluso cuando creíste que me había ido, aquí vivo, mi función es cuidar tus sueños, tus pensamientos y tus recuerdos, pero también aveces me transformo en lagrimas, o en palabras, o en suspiros, y aunque ya no tengo brazos para abrazarte, o labios para besar tus mejillas, dentro de ti puedo hacer que los sientas, puedo verte y se que me ves, puedo sentirte y se que me piensas, vivo en este lugar porque no quiero irme y tampoco quiero que me dejes ir, quiero vivir contigo siempre, quiero a tu lado resplandecer, estoy mas que siempre y lo sabes, siempre a la espera de que me recuerdes, que me traigas a tus pensamientos, donde solo puedo existir sin el olvido...



"Supongo que es imposible entrar en la soledad de otro. Sólo podemos conocer un poco a otro ser humano, si es que esto es posible, en la medida en que él se quiera dar a conocer. Un hombre dirá: "tengo frío", o temblará, y de cualquiera de las dos formas sabremos que tiene frío. Pero ¿qué pasa con el hombre que ni dice nada ni tiembla? Cuando alguien es inescrutable, cuando es hermético y evasivo, uno no puede hacer otra cosa que observar; pero de ahí a sacar algo en limpio de lo que observa hay un gran trecho.
No quiero dar nada por sentado.
Él nunca hablaba de sí mismo, nunca parecía que hubiera nada de lo cual pudiera hablar. Era como si su vida interior lo eludiera incluso a él.
No podía hablar de ello y por lo tanto se refugiaba en el silencio.
Y si no hay nada más que silencio, ¿no será presuntuoso que hable yo? Sin embargo, si hubiera habido algo más que silencio, ¿acaso habría sentido la necesidad de hablar?
Mis opciones son limitadas. Puedo permanecer en silencio, o hablar de cosas que no pueden probarse. Al menos quiero presentar los hechos, ofrecerlos de la forma más directa posible y dejarlos decir lo que tengan que decir. Pero ni siquiera los hechos dicen siempre la verdad.
Era de una neutralidad tan implacable, su conducta era tan absolutamente predecible, que todo lo que hacía resultaba sorprendente. Uno no podía creer que existiera un hombre así, sin sentimientos, que esperara tan poco de los demás. Pero si no existía ese hombre, entonces había otro, un individuo oculto tras aquel que no estaba allí, y el asunto es encontrarlo. Siempre y cuando esté ahí para que uno lo encuentre."


lunes, 1 de febrero de 2016

La noche de los que no sueñan

...llega la noche, a canto de luna, suspiro de estrellas, reparo del tiempo, y entonces resurge a mas no poder, la pelea del silencio con las notas del ayer, un sueño atraviesa los cielos de un pueblo, la luz se atenúa, comienza a palidecer, no todos duermen, no todos sueñan, entre triste y alegre, los que ya están en cama, con el techo conversan, una platica abierta entre almohada y memoria, lo que fue ya es historia, pero aun no es mañana, pensamientos lascivos brincan en la cama, la piel se acobarda, sobre su existencia el oprobio y la añoranza, el repudio inherente de las horas que ya han muerto, y los días y los años pasan, y los sueños se van abandonado o se transforman en cicatrices o cenizas, según el daño, los parpados se cansan, los ojos se apagan lentamente, en aquel pueblo por lo menos esta noche no habrá sueños, solo recuerdos...



No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.

No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.

No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.

Un día
los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.

Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!

Haya un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas encendidas.

No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
Ya lo he dicho.
No duerme nadie.
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,
abrid los escotillones para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.

Ciudad sin sueño 
Federico García Lorca
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