miércoles, 19 de enero de 2011

Debo confesar

...sabes debo confesar que a veces te dedico un tiempo, no muy grande realmente pequeño, un segundo o quizás una pisca del universo, un dimimuto fragmento de tiempo, y apareces en mi cielo como la estela de un pensamiento que rememoro inconscientemente, y pareciera que vuelven las batallas de otros tiempos en los que la vida apenas empezaba a caminar, sabes debo confesarte que a veces vienes a mi mente, pero no como un sueño si no como el rezago de un sentimiento, como destellos de luz que han atravesado la eternidad para regresar a mi, como el destino que se fue a vivir a lugar donde las cosas nunca pasaran, donde los minutos caminan como cangrejos, debo confesar que a veces vuelves, te postras frente a mí en las ventanas de mis ojos y te conviertes en humedad, en el roció salino que se perpetua en cada amanecer de esta eterna soledad tan pasajera...


Me doy cuenta de que me faltas
y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mí.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Puedes empezar a leer esto
y cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.

Me doy cuenta de que me faltas

viernes, 14 de enero de 2011

El fuego ya no era el mismo (Fragmento de mi novela Los resucitados)

...entonces me invito a que lo acompañara al fin del mundo, de ninguna manera pensé, había escuchado por ahí que nadie regresaba del fin, mas la misma sensación de vértigo que se contempla entre el deseo de arrojarse de un edificio al contemplar el precipicio me ataco por un instante, instante preciso en el que otra vez por segunda vez asistía a mi voluntad, el mundo ya no era lo mismo, así que existía pensé la posibilidad de que el fin fuera el inicio, el desorden ahora era lo común, y la perfección había cambiado de forma, ahora todo lo que solía ser imperfecto cumplía nuevos roles en el universo, el fuego ya había reynado un tiempo casi infinito en la tierra aunque en realidad solo fueron segundos, lo cierto es que ante mi se había presentado la persona indeseada por todos los tiempos, a quien debíamos de temerle, y quien convertiría nuestra muerte en un martirio eterno, pero las cosas no son siempre como parecen, y mucho menos como te las platican, la convivencia entre ambos entes magnos y eternos había hecho el equilibrio en el que nosotros los hombres vivimos mucho tiempo, pero ahora ese equilibrio se habría roto y no precisamente entre ellos, si no que dentro de este equilibrio perfecto crecía un parásito de enormes dimensiones que empezaba a devorar el tiempo y a los dueños de el: el hombre, entonces accedí, y tan pronto como asentí con mi cabeza en señal de aceptar la oferta, ya me encontraba en otro lugar, o espacio, o tiempo, que mas da, lo cierto es que ahora todo era diferente y quizás yo ya no era el mismo, tal vez ya solo era el eco de algún pasado, o una carta en una botella que se hundió en medio del mar, y lo peor es que no habia un solo testigo que me pudiera decir que esto era real...


"Anoche encontré por casualidad un manual para aprender a conducir. Habrá sido la penumbra, o lo que me había dicho usted, pero empecé a sospechar que esas páginas expresaban Algo Distinto ¿Y si el automóvil sólo existiese como metáfora de la creación? Pero no hay que limitarse a lo exterior, o a la ilusión del salpicadero, hay que ser capaz de ver lo que sólo el Artífice ve, lo que hay debajo. Lo que está debajo es como lo que está arriba. Es el árbol de las sêfirot.

No me diga.

No soy yo quien lo dice. Ello se dice. Ante todo, el árbol motor, como su mismo nombre indica, es un Arbol. Pues bien, calcule, un motor, dos ruedas delanteras, embrague, cambio, dos juntas, diferencial y dos ruedas traseras. Diez articulaciones, como las sefirot.

Pero las posiciones no coinciden.

¿Quién lo ha dicho? Diotallevi nos ha explicado que, en ciertas versiones, Tif'eret no era la sexta sino la octava sefirah, y estaba debajo de Nesah y Hod. El mío es el árbol de Belboth, que corresponde a otra tradición.

Fiat

Pero veamos la dialéctica del Arbol. En lo alto, el Motor, Omnia, Movens, del que diremos que es la Fuente Creativa. El Motor comunica su energía creativa a las dos Ruedas Sublimes: la Rueda de la Inteligencia y la Rueda del Saber.

Sí, si es un coche de tracción delantera...

Lo bueno del árbol de Belboth es que admite opciones metafísicas. Imagen de un cosmos espiritual con tracción delantera, donde el Motor, delante, comunica inmediatamente sus voluntades a las Ruedas Sublimes, mientras que en la versión materialista es imagen de un cosmos degradado, en el que un Motor Ultimo imprime Movimiento a las dos Ruedas Infimas: desde el fondo de la emanación cósmica se esparcen las fuerzas inferiores de la materia.

¿Y si el motor y la tracción está atrás?

Satánico. Coincidencia de lo Superior y de lo Infimo. Dios se identifica con los movimientos de la materia ordinaria trasera. Dios como aspiración eternamente fracasada a la divinidad. Debe de ser por la Rotura de los Recipientes.

¿No será la rotura de la Cámara del Silenciador?

Eso es en los Cosmos Abortados, en los que el soplo venenoso de los Arcontes se dispersa por el Eter Cósmico. Pero no perdamos el hilo. Después del Motor y de las dos Ruedas, viene el Embrague, la sefirah de la Gracia que establece o interrumpe la corriente de Amor que vincula al resto del Arbol con la Energía Superna. Un Disco, un mandala que acaricia a otro mandala. De allí el Cofre de la Mutación; o del cambio, como lo llaman los positivistas, y que es el principio del Mal, porque permite a la voluntad humana acelerar o desacelerar el proceso continuo de emanación. Por eso el cambio automático es más caro, porque en ese caso es el Arbol mismo el que decide conforme al Equilibrio Soberano. Después viene una Junta que, admirable casualidad, lleva el nombre de un mago renacentista, Cardano, y después de un Par Cónico; adviértase la oposición con la Tétrada de los Cilindros en el motor, en el que hay una Corona (Keter Menor) que transmite el movimiento a las ruedas terrestres. Y aquí se manifiesta la función de la sefiráh de la Diferencia, o diferencial, que con majestuoso sentido de la Belleza distribuye las fuerzas cósmicas en las dos Ruedas de la Gloria y de la Victoria, que en un cosmos no abortado (de tracción delantera), siguen el movimiento dictado por las Ruedas Sublimes.

La lectura es coherente. ¿Y el corazón del Motor, sede del Uno, Corona?

Oh, basta leer con ojos de iniciado. El Sumo Motor vive de un movimiento de Aspiración y Descarga. Una compleja respiración divina en la que originariamente las unidades, llamadas Cilindros, (evidente arquetipo geométrico), eran dos, después engendran un tercero, y por último se contemplan y se mueven por mutuo amor en la gloria del cuarto. En esa respiración, en el Primer Cilindro (ninguno de ellos es primero por jerarquía, sino por admirable alternancia de posición y relación), el Pistón (etimología de Pistis Sophia) desciende desde el Punto Muerto Superior hasta el Punto Muerto Inferior, mientras el Cilindro se llena de energía en estado puro. Estoy simplificando, porque aquí entrarían en juego jerarquías angélicas, o Mediadores de la Distribución, que, como dice mi manual, "permiten abrir y cerrar las válvulas que comunican el interior de los cilindros con los conductos de aspiración de la mezcla...". La sede interna del Motor sólo puede comunicarse con el resto del cosmos a través de esa mediación, y aquí creo que se revela, quizá, pero no quisiera incurrir en la herejía, la limitación originaria del Uno que, para crear, depende de alguna manera de las Grandes Excéntricas. Habrá que hacer una lectura más atenta del Texto. De todas formas, cuando el Cilindro se llena de Energía, el Pistón vuelve a subir al Punto Muerto Superior y realiza la Compresión Máxima. Es el simsum. Y es entonces cuando acontece la gloria del Big Bang, la Explosión y la Expansión. Salta una chispa, la Mezcla refulge y se inflama: esta es, según el manual, la única Fase Activa del Ciclo. Y que en la Mezcla no vayan a entrar las conchas, las qelippot, gotas de materia impura como agua o Coca Cola, porque entonces no se produce la Expansión, o se produce a tirones abortivos...

¿Shell no querrá decir qelippot? Pero entonces hay que desconfiar. De ahora en adelante sólo Leche de Virgen...

Habrá que verificarlo. Podría tratarse de una maquinación de las Siete Hermanas, principios inferiores que quieren controlar la marcha de la Creación... Comoquiera que sea, después de la Expansión se produce el gran escape divino, que los textos más antiguos llaman Descarga. El Piston vuelve a subir hasta el Punto Muerto Superior y expele la materia informe ya quemada. Solo si consuma este acto de purificación puede iniciarse el Nuevo Ciclo. Que, si bien se mira, también coincide con el mecanismo neoplatónico del Exodo y el Parodo, admirable dialéctica del Camino Ascendente y el Camino Descendente.

Quantum mortalia pectora caecae noctis habent! ¡Y los hijos de la materia nunca se habían dado cuenta!

Por eso los maestros de la Gnosis dicen que no hay que fiarse de los Hilicos sino de los Pneumáticos.

Para mañana prepararé una interpretación mística del listín de teléfonos..."


domingo, 9 de enero de 2011

Caminas sin detenerte

...ahora te entiendo, caminas sin ganas de quedarte con nada, pasas arrasando con todo no dejas ni la lluvia, ni te conmueves con el atardecer, mucho menos te cautivan las lunas llenas, no haces caso al suspiro del viento, ni te detienes a escuchar al mar, solo eres por ser y nos envuelves sin querer, pero no te importa el misterio de la vida, mucho menos la eternidad de la muerte, porque ante ti nada es eterno, porque nada sientes, y en nada te conviertes porque ahora me escuchas y luego desapareces, los viejos creen que te han atrapado en sus roperos, el rico te guarda en su caja fuerte, para el pobre eres lo mismo siempre, muchos creen que te llevaras sus heridas, y otros que eres amigo del olvido, pero eres y no eres en un suspiro, porque las estrellas te temen, los condenados te huyen, los sueños se ríen de ti, todo transcurre en tu vientre y nada se escapa de ti, y mientras intento detenerte, tu solo avanzas en mi reloj...

"Gatsby creía en el fastuoso futuro que año tras año retrocede ante nosotros. Aunque en este momento nos evite, no importa... Mañana correremos más rápido, estiraremos más los brazos... Y una hermosa mañana. Y así seguimos, luchando como barcos contra la corriente, atraidos incesantemente hacia el pasado. "

El gran Gatsby (fragmento)
Francis Scott Fitzgerald

martes, 4 de enero de 2011

En las calles (The Beatles IV)

...pronto me encontré bajo el resguardo de las calles solitarias que parecían llevar a ningún lado, no sabia hacia donde quería ir pero lo que si sabía es que me quería alejar de aquella casa, los grillos, las estrellas y la luna cantaban a coro, I'm a loser, como si todos hubieran perdido a alguien realmente, había subestimado el poder de los recuerdos, y la tristeza se había convertido en una bestia hambrienta que devoraba mi alma, camine por horas y cada paso que daba se convertía en un recuerdo pronto empezó a llover, pero apenas y me percate de ello, caminaba errante por el filo de mi conciencia como en una cuerda floja, de la cual no tardaba en caer, las estrellas se habían apagado en el cielo, en su lugar grandes nubarrones descargaban los vestigios de un mar añejo, avance no se cuanto hasta que de golpe paro de llover como como si alguien les hubiese ordenado a todas las nubes al unisonó que se detuvieran, señal que me hizo volver al tiempo y percatarme de la humedad y de que la noche había caminado junto conmigo, me senté en la banca de un parque desierto, estaba empapado, a ciencia cierta estaba perdido, el cansancio me hacía sentir vivo pero a la vez me entregaba indefenso a las penumbras de un sueño, de pronto me encontraba en lugar diferente era de día y el sol cubría de luz un campo lleno de fresas con rayos que parecían divertirse brincando de una en otra, el ambiente se había perfumado con el olor que emanaba de las freseras, el viento suavemente acariciaba cada uno de los racimos que a su vez al mismo tiempo respondían con un movimiento casi hipnótico, caminaba en medio de filas y filas de arboles repletos de fresas todos casi iguales por no decir que eran idénticos, pero por más que avanzaba el horizonte se llenaba de estos de forma casi infinita, y cuando empezaba a abrumarme la idea esta armonia infinita, me encontré con un árbol distinto a los demás no sabría explicar si era más alto o más bajo solo se que era diferente, me postre frente a él y pronto entendí que este era mi árbol y que ya no había nada de qué preocuparse, senti un gran deseo de permanecer en aquel lugar por siempre,  hasta que una voz proveniente de otro mundo me saco bruscamente de aquel inmenso campo de fresas en el que no había nada porque preocuparse, y donde en medio se postraba un árbol no alto no corto, si no un árbol que sabia no armonizar y aun así ser bello, me encontraba en la banca de un parque el amanecer llegaba a sus últimos segundos, y tonos marrones pintaban las calles de aquella ciudad, donde los ruiseñores de este parque habían escogido cantar Golden Slumbers, a mi lado un hombre de aspecto extraño susurraba en voz baja la misma canción, la tristeza aun estaba conmigo pero ahora iba acompañada del deseo de volver a casa…



Soy un perdedor


Soy un perdedor, soy un perdedor
No soy lo que parezco


De todos los amores que he ganado o perdido
Hay uno con el que nunca debería haberme cruzado
Era una chica entre un millón, amigo
Debería haber sabido que a la larga ella saldría ganando


Soy un perdedor
Y he perdido a alguien que apreciaba
Soy un perdedor
No soy lo que parezco


Aunque me ría y actúe como un payaso
Bajo la máscara tengo el ceño fruncido
Mis lágrimas caen como lluvia del cielo
¿Es por ella o por mí que lloro?


Soy un perdedor
Y he perdido a alguien que apreciaba
Soy un perdedor
No soy lo que parezco


¿Qué he hecho yo para merecerme esta suerte?
Comprendo que me fui demasiado tarde
Y es verdad que el orgullo anuncia la caída
Te lo digo para que no lo pierdas todo


Soy un perdedor
Y he perdido a alguien que apreciaba
Soy un perdedor
No soy lo que parezco.


Campo de fresas


Déjame llevarte a allá,
porque voy a los campos de fresa
Nada es real y no hay nada para perder el tiempo
Campos de fresa por siempre.


Vivir con los ojos cerrados es fácil,
entendiendo mal todo lo que se ve.
Se está poniendo difícil ser alguien
pero todo se resuelve,
no me Importa mucho.


Déjame llevarte a allá,
porque voy a los campos de fresa
Nada es real y no hay nada para perder el tiempo
Campos de fresa por siempre.


Nadie, yo pienso, está en mi árbol,
me refiero, debe ser alto o bajo.
Eso es tu no puedes,
tu sabes armonizar pero está bien,
eso es yo creo
No es tan malo.


Déjame llevarte a allá,
porque voy a los campos de fresa
Nada es real y no hay nada para perder el tiempo
Campos de fresa por siempre.


Siempre, no algunas veces,
pienso que soy yo, pero tu sabes, yo sé
Cuando es un sueño
Creo que sé que quiero decir un “Si”
pero todo está mal, eso es, creo
No estoy de acuerdo


Déjame llevarte a allá,
porque voy a los campos de fresa
Nada es real y no hay nada para perder el tiempo
Campos de fresa por siempre.
Campos de fresa por siempre.


Sueños dorados


Una vez hubo un camino para regresar a casa
Una vez hubo un camino para regresar a casa
Duerme, preciosa, y no llores
Y yo te cantaré una canción de cuna.


Sueños dorados llenan tus ojos,
Las sonrisas te despiertan cuando te levantas.
Duerme, preciosa, y no llores
Y yo te cantaré una canción de cuna


Una vez hubo un camino para regresar a casa
Una vez hubo un camino para regresar a casa
Duerme, preciosa, y no llores
Y yo te cantaré una canción de cuna.
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