martes, 29 de marzo de 2011

Busco

...busco un espejo que me pueda mostrar mi verdadero yo, un abrelatas de mascaras, un destapador de almas, una llave maestra de corazones, una cajita de sueños perdidos, un ropero de ilusiones, una caja fuerte con el verdadero amor, busco mas dedos para contar amigos, busco hombros para mi cabeza, busco brazos para mi ser, busco una foto de mi mismo, sin todo lo que no soy, una imagen sin espejismo, un retrato de lo que deberia ser hoy, busco un reloj sin minutero, una radio muda, un periódico de buenas noticias, y un buen sol para este día, busco una vacuna para el dolor o por lo menos una pastilla, busco una agujero para guardas tristezas, ganchos para colgar alegrías, puertas para llegar al mañana y mañanas con mucha luna, busco la vida sin fortuna, el momento preciso, la casualidad oportuna, y el día que nunca llego, busco todo recuerdo perdido, los amores extraviados, las lágrimas que he llorado, y todo lo que se fue contigo, busco mi ojo, busco mis manos y también busco mi ombligo, y toda esa carne en donde vivo yo mismo, busco un buen lugar para la mentira, donde dejar el cinismo, una arma blanca para el conformismo, busco un cielo no tan azul, que por lo menos sepa llover, una piedra con forma de baúl, para guardar lo que fui yo cuando deje de ser él, hablo de ser yo mismo y dejar de ser lo que conoces tú...

Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.


El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.


Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se habia suicidado.


Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.


Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas.


Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».


El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.


El otro yo
Mario Benedetti

jueves, 17 de marzo de 2011

Y si no te vuelvo a ver

...y si realmente ya no te volviera a ver, y si a caso algún Dios me escuchara y te desapareciera de mi vida, y si asi como si nada se me borraran tus sonrisas del alma, y que el vacio te esfumara de repente de mi universo, y que tu recuerdo fuera extirpado de mi mente, y que el olvido se llevara consigo tus miradas, y que un viento se llevara tus palabras, y que tu ausencia se escondiera en la eternidad, y tu silencio fuera definitivo, y si tu regreso no encontrara motivo para volver, y que tu existencia se apagara en mi conciencia, y si dejara de ser en mi tu precencia, como tantas veces he gritado al cielo, que no te quiero volver a ver, con tantas ganas de verte...


Es olvidar todo este tiempo
que vendrá
trayendo un fin.
Es olvidar todo lo triste
del sufrir
que ha de llegar.


Es olvidar,
llenar vacíos que se irán.
Guardar palabras, callar
sueños sin seguir ya
comenzando el amor
con el sol cada vez
agotando el olor
y seguir.
Yo te amaré besos atrás
desde este amor
por otra vez.
Yo te amaré con el adiós
lleno de ti,
pleno de fin.


Sin olvidar...




Besos atrás
Graciela Fernández Mayo - Silvio Rodríguez

miércoles, 16 de marzo de 2011

Visperas de primavera y el sol que no quiere nacer

...teme el mundo, teme la tierra hoy hay de todo, catástrofe y guerra, como si suficiente no fuera, con el suplicio que poco a poco no entierra, la vida es pasajera, los tiempos no son infinitos, los relojes se apagan, las estrellas se mueren, los cielos se llenan, nuestras ideas se nos revelan, los regímenes se acaban, los gobiernos perecen, los dictadores matan, hasta que el pueblo lo merece, huele a pólvora, la sangre circula por las calles, y las flores aun florecen, el viento camina por la ladera, la tierra se estremece, la luna nos marea, el mar se enfurece, las ciudades se desmoronan, la muerte reina, el llanto aflora, los venenos se evaporan, el miedo crece, la nieve cae sobre las cenizas, de un sol naciente que no quiere nacer ni en oriente ni a mitad de este...



Podemos suponer que en la vida onírica, la materia y la vida, tal como se conocen tales cosas en la tierra, no resultan necesariamente constantes, y que el tiempo y el espacio no existen tal como lo entienden nuestros cuerpos de vigilia. A veces creo que esta vida menos material es nuestra existencia real, y que nuestra vana estancia sobre el globo terráqueo resulta en sí misma un fenómeno secundario o meramente virtual.

Más allá del muro del sueño
H. P. Lovercraft


“ Es necesario llevar en sí mismo un caos para poner en el mundo una estrella danzante”

F. Nietzsche

lunes, 14 de marzo de 2011

Quiero estar solo

...quiero estar solo, esconderme en la ausencia del todo, escaparme del tiempo corriente, abrazarme de un silencio olvidado, apagar las lumbreras del cielo, extirpar el calor de la gente, eludir el murmullo del día, confundirme con un recuerdo borrado, quiere estar solo y olvidar que tengo que ser olvidado, encender mi locura y destruir todo lo que he creado, reconstruir mi alma sin manchas, sin rezagos, sin vestigios de lo que algún día fue el pasado,quiero estar solo y hasta hoy nunca jamas ser recordado, quiero que el tiempo se devore mis ayeres, y la amnesia se haga cargo de mis sueños, quiero ser yo sin el mi que ahora me estorba, porque hoy no quiero vivir en el ahora, ni en el por siempre, ni en el mientras tanto, si no en el pequeño instante de ser ignorado...


¡Qué extraño es vagar en la niebla!
En soledad piedras y sotos.
No ve el árbol los otros árboles.
Cada uno está solo.

Lleno estaba el mundo de amigos
cuando aún mi cielo era hermoso.
Al caer ahora la niebla
los ha borrado a todos.

¡Qué extraño es vagar en la niebla!
Ningún hombre conoce al otro.
Vida y soledad se confunden.
Cada uno está solo.


 

viernes, 11 de marzo de 2011

Y me pongo a temblar

...y me pongo a temblar cada que veo, que somos intrusos de nuestro propio hogar, que el cielo, la tierra y el mar se revelan, que el ser humano es solo un instante en la eternidad, me pone a temblar el pensar, que nos creemos mas grandes que la verdad, que creemos que el mundo nos tiene que soportar, tan solo por haber sido capaces del tiempo capturar, me pone a temblar nuestra vulnerabilidad, lo pequeños que somos en la inmensidad, de un universo que crece sin autoridad, todo es mentira, nada es verdad, nada hay mas efímero que la realidad, cuando la tierra se cansa de nuestra ingenuidad...


Hermosa era la noche, tal y como no puede menos de ser cuando somos jóvenes, amables lectores.
El cielo estaba estrellado y tan claro, que, al contemplarle, uno no podía por menos que exclamara: "¿Es posible que, bajo tan bello dosel, vivan seres llenos de cólera y de veleidad?".
La pregunta es ingenua, excesivamente ingenua, amables lectores, pero ¡que el Señor haga que salga a menudo de vuestras almas!.
Y ahora que hablo de hombres veleidosos y corroídos por la envidia, examino mentalmente mi conducta durante la jornada de hoy. Desde bien temprano una extraña tristeza llena mi alma, paréceme que todo el mundo me abandona, que todos huyen de mi.


Related Posts with Thumbnails