Avanzo lentamente hacia el sótano impulsado por el movimiento de sus manos transmitido a las ruedas de una silla, encendió una lámpara de petróleo que dotaba de poca luz a aquel sótano y una extraña melancolía se apodero de su conciencia, la misma que lo había postrado frente a un gran baúl de madera pintado con polvo, saco una llave de uno de sus bolcillos y abrió el candado oxidado que mantenía cerrado aquel baúl, levanto la tapa con gran esfuerzo y una nube gris acompaño aquel acto, su respiración se acelero, y unas gotas de sudor corrieron por su frente, encendió una vela que se erguía sobre un plato de bronce, y empezó a hurgar dentro del baúl, entre papeles de color amarillento, y objetos antiguos como una pipa, un tintero, una brújula, retratos en color sepia, soldaditos de plomo y cara triste, monedas olvidadas, y otras cosas de otros tiempos, hasta que encontró lo que al parecer buscaba con tanto ahincó, un antiguo reloj de bolsillo al parecer de plata, en la tapa se podía leer la inscripción en latín «Sed fugit interea fugit irreparabile tempus» y la imagen grabada de un cangrejo, abrió la tapa para descubrir que las manecillas del reloj ya no avanzaban, y entonces recordó la historia que el abuelo le conto antes de morir y precisamente cuando este le regalo aquel reloj que nunca había visto funcionar...
Esta noche había en el aire un olor a tiempo. Tomás sonrió. ¿Qué olor tenía el tiempo? El olor del polvo, los relojes, la gente. ¿Y qué sonido tenía el tiempo? Un sonido de agua en una cueva, y una voz muy triste y unas gotas sucias que caen sobre cajas vacías y un sonido de lluvia. Y aún más, ¿a qué se parecía el tiempo? A la nieve que cae calladamente en una habitación oscura, a una película muda en un cine muy viejo, a cien millones de rostros que descienden como esos globitos de Año Nuevo, que descienden y descienden en la nada. Eso era el tiempo, su sonido, su olor. Y esta noche (y Tomás sacó una mano fuera de la camioneta), esta noche casi se podía tocar el tiempo.
0 comentarios:
Publicar un comentario