miércoles, 23 de diciembre de 2009

Nos falta amor

…nos falta amor en las calles que resguardan niños con hambre, vagabundos cansados de no encontrar nada en la basura, personajes olvidados para los que la vida no reservo ternura, gente que aprende a asesinarse a sí mismo, consumiendo los manjares de la sociedad del egoísmo, que se ha dedicado a gastar lo que de limosna da el capitalismo, se acerca la Navidad se agranda nuestro cinismo, pues creemos que eso de amar se hace con consumismo, nos olvidamos de aquel prójimo por el que murió el recién nacido, que celebramos una vez más en el pesebre del olvido, solo amamos a quien nos toco amar, e ignoramos a quienes nos gritan en silencio que están cansados de llorar, de creer que la vida no es demasiado buena, que Dios se equivoco en su plan, nos falta amor del de verdad, del que no se hace en la cama, del que no usa antifaz, del que no es convenenciero, nos falta ese amor que tiramos al cenicero, amor por el cumpleañero y no por el embustero que con su trineo se adueño de la navidad, nos falta ese vicio de amar que ya no tenemos, amor por el pobre, amor por el pordiosero, amor por el enfermo, amor por el que anda mal, nos falta amor para el que necesita una palabra que jamás le han dicho, una pieza de pan que nunca ha comido, un abrazo sincero de esos que hacen sentir vivo, nos falta amor, nos falta caridad, por los que sienten dolor por no ser felices en Navidad…



-¡Es tan corta la vida de los Espíritus? -preguntó Scrooge.
-Mi vida sobre este globo es muy corta -replicó el Espectro-. Esta noche termina.
-¡Esta noche! --gritó Scrooge.
-Esta noche, a las doce. ¡Escuchad! La hora se acerca.
En aquel momento las campanas daban las once y tres cuartos.

-Perdonadme sí soy indiscreto al hacer tal pregunta -dijo Scrooge. mirando atentamente
la túnica del Espíritu-, pero veo algo extraño, que no os pertenece saliendo por debajo de
vuestro vestido. ¿Es un pie o una garra?
-Pudiera ser una garra. a juzgar por la carne que hay encima -contestó con tristeza el
Espíritu-. ¡Mirad!
De los pliegues de su túnica hizo salir dos niños miserables, abyectos, espantosos,
horribles, repugnantes. que cayeron de rodillas a sus pies y se agarraron a su vestidura.
-¡Oh, hombre! ¡Mira, mira, mira a tus pies! exclamó el Espectro.
Eran un niño y una niña, amarillos. flacos, cubiertos de harapos. ceñudos, feroces, pero
postrados, sin embargo, en su abyeccíón. Cuando una graciosa juventud habría debido
llenar sus mejillas y extender sobre su tez los más frescos colores, una mano marchita y
desecada, como la del tiempo, las había arrugado, enflaquecido y decolorado. Donde los
ángeles habrían debido reinar, los demonios se ocultaban para lanzar miradas
amenazadoras. Ningún cambio, ninguna degradación, ninguna perversión de la
humanidad, en ningún grado, a través de todos los misterios de la admirable creación, ha
producido, ni con mucho, monstruos tan horribles y. espantosos.
Scrooge retrocedió, pálido de terror. Teniendo en cuenta quien se los mostraba, intentó
decir que eran niños hermosos; pero las palabras se detuvieron en su garganta antes que
contribuir a una mentira de tan enorme magnitud.
-Espíritu, ¿son hijos vuestros? -Scrooge no pudo decir más.
--Son los hijos de los hombres -contestó el Espíritu, mirándolos-. Y se acogen a mí para
reclamar contra sus padres. Este niño es la Ignorancia. Esta niña es la Miseria. Guardaos
de ambos y de toda su descendencia. pero sobre todo del niño, pues en su frente veo
escrita la sentencia, hasta que lo escrito sea borrado. ¡Niégalo! -gritó el Espíritu,
extendiendo una mano hacia la ciudad-. ¡Calumnia a los que te lo dicen! Eso favorecerá
tus designios abominables. ¡Pero el fin llegará!
-¿No tienen ningún refugio ni recurso? -exclamó Scrooge.
-¿No hay cárceles? -dijo el Espíritu, devolviéndole por última vez sus propias palabras-.
¿No hay casas de corrección?
La campana dio las doce.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails