viernes, 16 de enero de 2009

Συμπόσιον

...De repente se imagino en el gran banquete citado por Platón elogiando al Dios del amor Eros, junto con Sócrates y otros filósofos, mientras caminaba se imaginaba las palabras de Sócrates explicando que el amor es deseo ; la aspiración de algo (la belleza en este caso) pero, ¿poseemos siempre lo que deseamos?, pregunta. Tras responder Agatón que no, concluye Sócrates que también entonces a Eros le falta la belleza y, por tanto, carece igualmente de bondad, Sócrates narra como Diótima le relató que el Amor tiene como aspiración lo suprasensible: “la tendencia a la perpetua posesión del bien” o, lo que es lo mismo, la felicidad, que pretenden alcanzar también todos los hombres a través de la generación o procreación de la belleza, Daniel asentía a las ideas de todos con su cabeza, pero cuando llego su turno expreso con estas palabras lo que él pensaba acerca del amor:

“El amor es una luz que entra por las ventanas del alma, que te ciega por siempre aunque aun puedas ver, y que aunque no lo veas sabes que ahi esta”

Todos hicieron una mueca en silencio cuando de pronto irrumpe Alcibíades y Daniel logra escapar de su alucinación...

Fragmento de mi novela "Los resucitados"

Pues si -continuó Sócrates-, el que es fuerte, quisiera ser fuerte, el que es rápido, ser rápido, el que está sano, ser sano... -tal vez, en efecto, alguno podría pensar, a propósito de estas cualidades y de todas las similares a éstas, que quienes son así y las poseen desean también aquello que poseen; y lo digo precisamente para que no nos engañemos. -Estas personas, Agatón, si te fijas bien, necesariamente poseen en el momento actual cada una de las cualidades que poseen, quieran o no. ¿Y quién desearía precisamente tener lo que ya tiene? Mas cuando alguien nos diga: Yo, que estoy sano, quisiera también estar sano, y siendo rico quiero también ser rico, y deseo lo mismo que poseo, le diríamos: Tú, hombre, que ya tienes riqueza, salud y fuerza, lo que quieres realmente es tener eso también en el futuro, pues en el momento actual, al menos, quieras o no, ya lo posees. Examina, pues, si cuando dices 'deseo lo que tengo' no quieres decir en realidad otra cosa que 'quiero tener también en el futuro lo que en la actualidad tengo' ¿Acaso no estaría de acuerdo?

Agatón afirmó que lo estaría. Entonces Sócrates dijo:

¿Y amar aquello que aún no está a disposición de uno ni se posee no es precisamente esto, es decir, que uno tenga también en el futuro la conservación y mantenimiento de estas cualidades?

- Sin duda -dijo Agatón.

- Por tanto, también éste y cualquier otro que sienta deseo, desea lo que no tiene a su disposición y no está presente, lo que no posee, lo que él no es y de lo que está falto. ¿No son éstas, más o menos, las cosas de las que hay deseo y amor?

- Por supuesto -dijo Agatón.

- Ea, pues, recapitulemos los puntos en los que hemos llegado a un acuerdo. ¿No es verdad que Eros es, en primer lugar, amor de algo y, luego, amor de lo que tiene realmente necesidad?

- Sí -dijo.

Fragmento de "El banquete"
Platon

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