...Un rayito de luz se coló por mi ventana,
brincó, saltó entre mis sábanas,
pasó por mis ojos, secó mis párpados,
me mostró un camino de esos que no tienen abrojos.
Me contó que la vida tiene más colores que el blanco y el gris,
me mostró que mi alma es incluso un tapiz.
Y de pronto, mis jardines volvieron a ser verdes,
y de repente, volvió a llover en mi corazón.
Pero no era una lluvia triste,
era una lluvia mansa,
de esas que despiertan las semillas dormidas,
que limpian el aire y lo llenan de danza.
El rayito jugaba entre gotas temblorosas,
tejiendo en mi pecho un rincón de rosas.
Me dijo que aún hay soles esperando ser vistos,
que incluso en las noches más largas
el alma puede encender sus propios faros.
Entonces abrí las cortinas del miedo,
dejé entrar la brisa,
y con ella,
una certeza tibia:
estoy vivo,
y donde hay vida,
puede florecer la esperanza...
No te rindas – Mario Benedetti
No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estás solo,
porque yo te quiero.
1 comentarios:
Me llena el alma cada una de tus letras ... siempre ha de haber un pato esperando por ellas ...
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