jueves, 2 de octubre de 2008

Hace 40 Otoños

...aun recuerdo lo que no vivi, aun escucho los gritos que no escuche, aun muero las muertes que no morí, aun veo pasar las balas a través de mi, aun siento miedo de estar ahí, aun respiro la pólvora de aquel fusil, aun veo las caras que jamas vi, aun siento miedo de no poder salir de aquí...


Ay mi pueblo no lo olvides, Que el olvidar es ofensa, Y entre silencio y olvido, Te ahogaría la vergüenza. La sangre de Tlatelolco, Mancho las barbas de Dios, Salpico las alas libres, Y el ave se desplomo. Malditos sean los días, Y las hordas criminales, Maldito el encubridor, Malditos los Generales. Ay mi pueblo no lo olvides, Que el olvidar es ofensa, Y entre silencio y olvido, Te ahogaría la vergüenza. Los ojos desorbitados, Las espaldas destrozadas, Luceros acribillados, De estrellas que se apagaban. Y un silencio conveniente, De cómplices sucesores, Con conciencia decadente, Y frívolos redactores. Ay mi pueblo no lo olvides, Que el olvidar es ofensa, Y entre silencio y olvido, Te ahogaría la vergüenza. Y El Chacal sigue viviendo, Y raptan los diputados, Y croan los senadores, Y se arrastran los soldados. Los ojos desorbitados, Las espaldas destrozadas, Luceros acribillados, De estrellas que se apagaban. Ay mi pueblo no lo olvides, Que el olvidar es ofensa, Y entre silencio y olvido, Te ahogaría la vergüenza. Jose de Molina


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