lunes, 16 de febrero de 2009

Espacial

...te encontré, navegando por el mundo asfixiante de la normalidad, vestías una cascara del tipo antifaz, cargabas en tu alma mas años de los que un siglo puede contar, y en tu bolsa cien años de soledad sin terminar, tenias un par de ojos profundos donde se esconde la eternidad, ibas volando en tu nube persiguiendo a una estrella fugaz, casando cisnes con tu danza tribal, desojando días de otoños que no volverán, yo traía las gafas esas que sirven para ver las almas de los demás, y sin que tu lo permitieras pude ver de la tuya un poco mas, quizás donde poco se ha explorado, tal vez donde mas te has abandonado, esa parte de ti que sabe a tu esencia, esa que le pone luz a tu presencia, esa parte de ti que escondes en lo profundo de tu mar, pero que en ocasiones dejas escapar, fue entonces cuando extravié aquellas gafas para ya no verte más, para convertirte en normal, aunque sigas siendo espacial...


Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.

Yo no quiero vecinas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin .

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas “volvamos a empezar”;
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails