Oda a la pobreza

...por esos que nadie sabe,

por los que se prefiere ignorar,

por aquellos que no vemos,

por los que nos hacen los ojos cerrar,

por aquellos que no saben,

mas que la espalda sudar,

por los que hoy no comerán,

por esos que no solo mueren de pena,

que no se cansan de llorar,

por esos que viven sin sueños,

que no tienen tiempo para pensar,

por aquellos sin anhelos,

por los que nada aprenderán,

por los que mueren en la sombra,

por los que esconde la sociedad,

por aquellos que tienen hambre,

por los que viven con ansiedad,

por los que han perdido el techo,

por los perdidos de la ciudad,

por los que duermen en las bancas,

para los que la basura es un manjar,

por los favoritos de los políticos,

por los que son mas fácil de engañar,

por los olvidados de la suerte,

por los que no saben ganar,

por la vida del que no sabe si vivirá,

por los que agobia la tristeza,

de no saber a donde ir,

por los preferidos de la guerra,

por los que adora la enfermedad,

por los que trabajan la tierra,

por la verguenza de la realidad,

por los que Dios dice que aboga,

por los que mas le tienen fe,

por aquellos sin pena ni gloria,

por la pobreza que no tiene fin,

por todos los pobres del mundo,

hoy yo quiero pedir...

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no profesan religiones, sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Los nadies

Eduardo Galeano