Estados Unidos
El gran Gatsby (fragmento)
" En mi primera infancia mi padre me dio un consejo que, desde entonces, no ha cesado de darme vueltas. Cada vez que te sientas inclinado a criticar a alguien -me dijo- ten presente que no todo el mundo ha tenido tus ventajas. No añadió más, pero ambos no hemos sido nunca muy comunicativos dentro de nuestra habitual reserva, por lo cual comprendí que, con sus palabras, quería decir mucho más.
(...)
Su corazón se hallaba en constante y turbulenta agitación, temperamento creador, tenía un don para saber esperar y, sobre todo, una romántica presteza; era la suya una de esas raras sonrisas, con una calidad de eterna confianza, de esas que en toda la vida no se encuentran más que cuatro o cinco veces.
(...)
James Gatz era víctima de un mundo al que no pertenecía: ricos, seres descuidados e indiferentes, que aplastaban cosas y seres humanos, y luego se refugiaban en su dinero o en su amplia irreflexión.
(...)
Gatsby creía en el fastuoso futuro que año tras año retrocede ante nosotros. Aunque en este momento nos evite, no importa... Mañana correremos más rápido, estiraremos más los brazos... Y una hermosa mañana. Y así seguimos, luchando como barcos contra la corriente, atraidos incesantemente hacia el pasado.
Ghana
Concierto Oblogo
(para Sam Ofoe Quao y Naa Amerle Dowona-Hammond) Jiráfico caminas en tu sueño cola-de-tortuga supersónico,
Yo elefánticamente danzo en mi sueño de antílope.
Mi corazón de hipopótamo empieza su empinado deslizarse
serpentino...
No se atrevan oh no se atrevan a sofocar mi grito de dinosaurio.
Tus ojos plantan una mina en el tuétano de mi alma,
El campo de mis sentimientos de ninguna manera yace baldío.
¿En cuáles aguas chapotean mis deseos?
Las cigüeñas de mi alma vadean mares superficiales,
Mis sueños te esperan, dulce golondrina de verano;
Vuela, vuela con tu nimbo sanador.
Un fuego intenso toca
Tu rubia y sensitiva flor frágil
Una lira finamente encordada vaga ociosa...
Tu ardoroso e imparable amante apasionado
Aprende que el génesis del goce
Engendra más de lo que han conocido las centurias;
Que en las tumbas de mármol de Troya
Ninguna flor jamás ha crecido.
Díscolamente caminas en tu sueño península de témpano-arcilla
Embriagadamente danzo en mi letárgico sueño náufrago;
Mi cruda alma de rinoceronte empieza su empinado reptar
serpentino...
No se atrevan oh no se atrevan a sofocar mi grito de dinosaurio.
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